El último baile de Carli Lloyd

Carli Lloyd vivió su último partido con la camiseta de Estados Unidos. En un estadio lleno que se inundó de emoción cuando la eterna delantera fue cambiada, Lloyd tuvo su merecido homenaje. Entre lágrimas se va un icono mundial del fútbol femenino

El último baile de Carli Lloyd

Cuando Carli Lloyd vio la tablilla con su número en el minuto 65 la emoción le asaltó. Sin prisa, entre el cerrado aplauso de un estadio lleno, Carli se bajó las medias, después se quitó las botas y por último fue recibiendo los abrazos de cada una de sus compañeras, la última Alex Morgan que entraba en su lugar. Las lágrimas brotaron de sus ojos. Era inevitable. De los suyos y de gran parte de la grada, de alguna compañera y de su familia, que fue a arroparle en su último partido con Estados Unidos. Se quitó su camiseta con el número 10 y su apellido, Lloyd, en la espalda para mostrar su nueva vida, el número 10 lucía con el apellido de su marido, Hollins. No había prisa, ella y todos estábamos viviendo parte de la historia. Habíamos tenido la suerte de vivir su historia en primera persona. Pero toda historia tiene su final...

 

 

Carli Lloyd anunció que se retiraba tras colgarse el bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio. Sus cuartos Juegos. En su palmarés dos oros y ese bronce más dos Mundiales con la camiseta de su país. En todos ellos, Carli había sido decisiva. Dos Balones de Oro (2016 y 2017) son la guinda a una carrera de récords. Se va con 316 partidos internacionales, la segunda marca histórica, 134 goles y 64 asistencias. Cuelga las botas con 39 años y habiendo hecho aún más grande a su selección si cabe. Porque con Carli Estados Unidos sólo ha perdido 17 partidos de los 316 que ella ha jugado. Lloyd ya es leyenda del fútbol femenino mundial.

Lloyd nunca destacó por ser una jugadora talentosa, fuera de lo común. No. Carli destacó por su tenacidad y su trabajo para ser la mejor. Entrenó más que nadie para poder llegar la cima porque un día, siendo niña, fue a ver a la Selección en su Jersey natal y se propuso estar ahí. A Lloyd se le recodará por aparecer en los momentos más importantes. Sus tres goles en la final del Mundial de 2015 le dieron el título a su país. Su carácter tirando a agrio y su forma de ser son parte de lo que se ha convertido. Luchó sin ser la mejor para ser la mejor. De hecho, sus números desde que cumplió 30 hasta su retirada son más espectaculares que durante su, en teoría, mejor etapa. 98 goles desde los 30 años a ayer con la Selección, 36 desde su debut con 23 años hasta que cumplió la treintena.

"Ha sido algo emotivo, pero sólo tengo una sensación de paz y satisfacción. Todo es alegría y felicidad", dijo Lloyd. "Ha sido un recorrido fantástico y di todo lo que tenía. Ahora puedo avanzar al siguiente capítulo". Antes del encuentro recibió el homenaje de su familia y amigos, después el de sus compañeras y un estadio que no paró de corear su nombre. Pero Lloyd ha pasado página. Ahora es Carli Anne Hollins, esa que sueña con llevar una vida normal, formar una familia y disfrutar del fútbol de otra manera. "Voy a encontrar algo que me apasione y lo haré lo mejor que pueda. Quiero formar una familia con mi esposo y quiero ser la mejor mamá y esforzarme por ser la mejor esposa posible", explicó antes del partido. Fue el último baile de Lloyd con la camiseta que le ha hecho grande. Hasta siempre leyenda...