Ana Marcos afina la puntería

La delantera del Sporting de Huelva suma seis goles en los últimos cinco partidos jugados

Ana Marcos afina la puntería

El Sporting de Huelva logró una victoria de vital importancia en la última jornada en casa frente a un equipo que venía en buena dinámica como el Athletic Club. El dos a cero logrado en La Orden supo a gloria para un equipo que no soboreaba las mieles del triunfo desde el 9 de enero, en el mismo escenario, ante el Valencia, y con idéntico resultado. Los dos tantos de la contienda tuvieron la misma firma, la de Anita Marcos que está cogiendo las riendas del ataque onubense.

La ariete canterana del Atlético de Madrid se encuentra en un gran estado de forma del que se está viendo beneficiado el cuadro andaluz. En los últimos cinco encuentros disputados ha visto puerta en seis ocasiones, siendo estos, su mejores registros goleadores en la Primera División. La racha comenzó precisamente ante su ex equipo, el 16 de enero en Alcalá de Heneres, donde abrió la lata desde el punto de penalti en aquel encuentro con fatídico desenlace para el Sporting puesto que las colchoneras le dieron la vuelta al resultado en los últimos diez minutos con una menos (3-2). Después de ello, rubricó un doblete en Copa contra el Real Oviedo y marcó en liga ante Levante (1-1), y dos frente al Athletic (2-0). Tan solo se quedó sin ver portería en la derrota de las suyas en La Palmera contra la UDG Tenerife (1-0).

En total, Ana Marcos ha hecho cinco goles en liga y dos en Copa de la Reina convirtiéndose así en la máxima artillera del Sporting de Huelva. Su primer gol con la camiseta de las espartanas llegó avanzada la competición, el 12 de diciembre en Zubieta ante la Real Sociedad (2-2), y una vez entró el primero, le sucedieron el resto.

A sus 21 años, la ex de Atlético, Celtic y Valencia e internacional con las categorías inferiores de la selección, aún tiene margen de crecimento y esta campaña está gozando de mayor continuidad en el terreno de juego, lo que se traduce en confianza y goles. Un ejemplo de ese rodaje fue el gran gesto técnico que ejecutó en el primer gol ante el Athletic Club.