¿Hasta dónde llega la brecha de ingresos entre el fútbol femenino y el masculino?

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¿Hasta dónde llega la brecha de ingresos entre el fútbol femenino y el masculino?

¿Hasta dónde llega la brecha de ingresos entre el fútbol femenino y el masculino?

 

Aunque el deporte nos mueva a un cierto romanticismo y tenga valores que no se pueden comprar ni vender, lo cierto es que cualquier disciplina necesita de ingresos para consolidarse y profesionalizarse. Y cuantos más, mejor, ya que son fundamentales para mejorar todos los aspectos que terminan repercutiendo en el juego. En este contexto es en el que conviene preguntarse si el fútbol femenino está siendo tratado justamente.

El Mundial como ejemplo

 

Ahora que estamos en tiempos de cita mundialista para el fútbol masculino, podemos tomar este evento como referencia. El botín que la FIFA ha destinado para los premios de los equipos que participan en el torneo de Catar es de 440 millones de dólares.

La Copa Mundial Femenina tendrá lugar en 2023 en Australia y Nueva Zelanda. Ya se conoce el importe que se va a dedicar a premios para los países que compiten: 69 millones de dólares.

Salta a la vista que hay un abismo entre ambas cantidades. Y esto no solo sucede con la Copa del Mundo, cualquier competición que se compare mostrará exactamente la misma tendencia.

Es cierto que hoy no se pueden igualar los ingresos del fútbol femenino a los del masculino. Sin embargo, la brecha parece algo exagerada porque el desarrollo de las competiciones de mujeres tiene cada vez más seguimiento por parte del público en general y de los patrocinadores de los que vive FIFA en particular.

Fuentes de ingresos alternativas

 

Como ya apuntamos, los ingresos son capitales para que un deporte pueda desarrollarse. Contar con buenas instalaciones de entrenamiento, con personal técnico y médico adecuado o poder pagar salarios cada vez más altos son aspectos fundamentales para consolidar cualquier tipo de deporte.

De ahí que sean muchos los profesionales que han puesto el grito en el cielo por la brecha que antes vimos que existe en casi todas las competiciones. Lo cierto es que los equipos han comenzado a buscar fuentes de ingresos alternativas. Por ejemplo, los patrocinios de sitios online de juego están resultando fundamentales, y es que las últimas apuestas deportivas de hoy están permitiendo que haya conjuntos que puedan llegar bien a fin de mes.

Pero hace falta más esfuerzo por parte de todos. Si se echa un vistazo a los equipos que compiten en la Liga F, lo cierto es que los únicos que no tienen problemas son las secciones femeninas de grandes como Real Madrid o Barça. Al resto le cuesta sobrevivir con los ingresos que se reciben por parte de las organizaciones de los torneos en los que participan.

Es más, que desembarquen equipos como los que hemos citado dificulta mucho las cosas para los que no tienen acceso a esa capacidad económica. Por ello, las competiciones se van devaluando y perdiendo interés por falta de competitividad.

En definitiva, la brecha existe y es algo que impide el completo desarrollo del fútbol femenino que, en muchos casos, necesita de una mayor profesionalización para asentarse definitivamente.