Amparo: «La Primera Andaluza se estaba quedando ya pequeña para el Cajasur»

La jugadora andaluza sueña con la selección española

Amparo: «La Primera Andaluza se estaba quedando ya pequeña para el Cajasur»

Es la mejor. Al menos, en Andalucía. Amparo Jiménez (Sevilla, 12-3-1986) no ha encontrado rivales en las pistas del sur de España. La universal del Cajasur, que cumplirá su tercera temporada en el equipo granate, lleva los galones de capitán en la selección andaluza –es fija en ella desde hace cinco años– y destaca por su capacidad de mando, velocidad, desequilibrio y pegada. Por eso, tendrá que tirar del carro cajista en su debut en División de Honor.

La ex jugadora de El Arahal encontrará en el escalón más alto del país un escaparate donde lucir sus magníficas cualidades. Por eso, la llamada de la selección española es algo que tiene presente: "Me gustaría estar en ella algún día, pero no me veo ahí, de momento, porque desconozco el nivel real de sus jugadoras. Cuando lo compruebe, entonces intentaré dar el salto o lo descartaré, pero, hasta entonces, puedo soñar".

Con todo, su principal objetivo es el mismo que se ha fijado el Cajasur: la permanencia. "Con compañerismo, respeto y trabajo, tengo claro que nos salvaremos. Además, Andalucía se merece que este equipo esté ahí arriba. Creo que la Primera Andaluza se estaba quedando ya pequeña para el Cajasur tras lo bien que lo ha hecho estas últimas campañas".

A pesar de que confía en alcanzar el objetivo, no oculta que existe cierto miedo ante la incertidumbre, ya que "en nuestra comunidad autónoma conocíamos a los equipos, sus formas de juego y jugadoras, pero en División de Honor no sabemos qué nos vamos a encontrar". Amparo puede estar segura de que, si ella funciona, el Cajasur también lo hará.

Más de un año invicto

8 de mayo de 2004. El Cajasur pierde ante el Féminas Granada (2-3) y dice adiós a sus posibilidades de revalidar el título de Primera Andaluza y, por consiguiente, de volver a jugar la fase de ascenso a División de Honor. Sin saberlo, con lágrimas todavía en algunos rostros de las jugadoras, ahí empezó a forjarse el salto. El equipo granate finalizó los pocos encuentros ligueros que le quedaban sin ceder ni una sola derrota. Pero lo mejor estaba por venir, pues el ejercicio 2004-05 fue inmaculado. El Cajasur Deportivo Córdoba contó todos sus partidos –no sólo los de la Liga, sino también los de la fase– por victorias. Sencillamente impresionante. Con esta credencial debutarán las cajistas mañana (18.30, Valdeolleros) ante el Hegoalde Tolosa en División de Honor, una categoría en la que carecerán del respeto que se habían ganado en tierras andaluzas, pero en la que intentarán mantenerse pese a no saber con qué se toparán. El viaje a lo desconocido está ya a punto de empezar.